No se pone punto después de los signos de interrogación y exclamación.
Los signos de interrogación y exclamación, por defecto, delimitan enunciados como si fueran puntos.
Por tanto, poner un punto sería redundante.
No son redundantes, en cambio, la coma, el punto y coma o los dos puntos:
Me vino a saludar, ¿sabes?, pero me hice el tonto.
