Copiar o no copiar: he aquí el dilema de la originalidad

Copiar o ser original es un tema fascinante y controversial

Copiar no es negativo si tomas una idea exitosa y la mejoras

No hay famosos que se jacten de copiar y menosprecien la originalidad. Eso sería una mala estrategia de branding.

Copiar o no copiar: he aquí el dilema de la originalidad.

Sin embargo, hay un enfoque que muchos líderes de negocios han promovido, que a menudo se malinterpreta como copiar, pero en realidad es una forma de ingenio y adaptabilidad.

La figura más prominente que se asocia con esta filosofía es Pablo Picasso. Él no era un empresario de branding, pero su famosa frase «Los buenos artistas copian, los grandes artistas roban» se ha convertido en un mantra para muchos en el mundo de los negocios y la tecnología.

Los buenos artistas copian, los grandes artistas roban.

El punto no es tomar la idea de alguien tal cual y venderla, sino robar el espíritu, la esencia, la estrategia y el porqué de la idea.

Es tomar un concepto que funciona y adaptarlo a tu propio contexto, mejorándolo.

Esta filosofía se aplica a muchos casos de éxito.

Steve Jobs de Apple era un gran admirador de esta idea

Él mismo lo dijo: «Apple siempre ha sido desvergonzada al robar grandes ideas».

El ejemplo más famoso es la interfaz gráfica de usuario del Macintosh. Jobs y su equipo se «inspiraron» en el trabajo que Xerox había desarrollado en su centro de investigación de Palo Alto (Xerox PARC).

Jobs vio un prototipo del ratón y la interfaz gráfica, y supo que esa era la dirección correcta para la computación personal.

No lo copiaron tal cual, lo rediseñaron, mejoraron y lo hicieron accesible para el público. Esto no es solo copiar, es tomar una idea genial y ejecutarla mejor.

Bill Gates de Microsoft sigue de cerca las tendencias del mercado

Windows, su sistema operativo, es un claro ejemplo. Tomaron el concepto de un sistema operativo gráfico popularizado por Apple y lo hicieron propio, adaptándolo para una audiencia mucho más amplia de PC.

El éxito de Microsoft se basó en gran medida en su capacidad para ofrecer versiones competitivas y, a menudo, más asequibles de productos ya existentes.

Sam Walton de Walmart

El fundador de Walmart era conocido por visitar a sus competidores para ver qué estaban haciendo bien.

Su filosofía no era la de reinventar la rueda, sino la de tomar las mejores prácticas de otras tiendas, como descuentos en volumen y distribución eficiente, y aplicarlas de manera más efectiva a gran escala.

Como ves, los líderes de negocios que parecen fomentar la copia en realidad están promoviendo un concepto de adaptación estratégica y mejora continua.

La clave no es la falta de originalidad

Más bien es la habilidad para identificar una idea exitosa, entender por qué funciona y luego ejecutarla de una manera superior. Así, haciéndola propia y mejorándola para un nuevo mercado o público.

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